viernes, 17 de enero de 2014

La Naranja Mecánica: La Holanda de Johan Cruyff

Hoy os voy a hablar de una de las mejores selecciones de la historia, que llevo el juego de toque a la excelencia pero que nunca pudieron ganar un mundial, se que lo habéis pensado todos, hoy os vengo a hablar de la "Naranja Mecánica: el rey sin trono".


40 segundos de partido. Cruyff inició la jugada desde el círculo central, adentrado unos cinco metros en el campo alemán. Era el último hombre de su equipo. Comenzó a correr hacia el área y a driblar defensas hasta que le hicieron penalti. Neeskens lo tiró y anotó el gol holandés en la final del Mundial de 1974. La ganó Alemania (2-1), pero la "Naranja Mecánica" empezó el partido con una demostración clara de un estilo de juego que la hizo única.
El portero titular lucía el dorsal de un mediapunta. Un delantero, el habitual de un guardameta. El 8 de Jan Jongbloed y el 1 de Rud Geels reflejaron a sus espaldas la idosincracia del fútbol total, ése en el que todos son especialistas en el ataque y en la defensa. Rinus Michels lo ideó. Johan Cruyff fue su ejecutor último.
Deslumbró a todo el mundo, pero no conquistó título alguno.

De la Holanda del 74 se dice que es el mejor equipo que nunca ganó un Mundial. Lo mereció ese año después de llegar invicto a la final depués de seis partidos (14 goles a favor y uno en contra) y comenzar ganando el decisivo con ese gol de penalti al minuto de juego. Aquella derrota ante la Alemania de Beckenbauer fue la consagración de un estilo, el impuesto por Michels, un entrenador de época.
"Sabía exactamente cómo motivar a un grupo de jugadores: era un maestro para disipar tensiones en el vestuario", recordó Marco Van Basten sobre quien fuese su técnico en la Eurocopa de 1988. Sus palabras mitigan la fama autoritaria de Rinus. Ofrecía libertad a sus jugadores mientras que recibiese algo a cambio. Les permitió dormir con sus esposas o amigas durante los torneos, que dieran rienda suelta a sus egos, que fumaran en el vestuario... siempre obtuvo respuesta.
Bloque + imaginación = espectáculo. La fórmula matemática del fútbol de vanguardia de los 70. El bloque lo formaban un grupo de hombres capaces de adaptarse a cualquier posición. La imaginación la ponía un genio llamado Cruyff, una estrella ya consagrada en el Ajax y el Barcelona. "La Holanda del 74 jugaba el mejor fútbol del mundo. Perdimos la final pero dejamos mejor recuerdo que el campeón", asegura 'el Flaco' de aquel duelo con Alemania, otra selección de leyenda.
¿Que sacamos de esto?
Aunque una gran selección tenga muchos grandes jugadores y tengan un juego tecnico-táctico de un nivel inimaginable, siempre habrá otra selección capaz de con otro estilo de juego u otro muy parejo derrotar y alzarse con la victoria en el último minuto de la final de un Mundial, si lo sé parece irónico que fuera la mejor selección de aquel Mundial y perdiera, pero todo influye en el fútbol la mentalidad, la resistencia y las ganas de ganar el máximo galardón a nivel de selecciones. Aqui la táctica tan utilizada por esta Holanda, el 3-2-2-3:



Me gustaría que os vierais la final del Mundial del 74 y comentaráis vuestras impresiones sobre aquel mitico partido, un saludo.
Os dejo aqui el link de la final: http://www.youtube.com/watch?v=W4Ljs-WVwX0

lunes, 13 de enero de 2014

Italia de "Giuseppe Meazza"

Mucho antes de que Hungría fuera la mejor selección del mundo, había habido otra gran selección antes, liderada por el gran delantero, después reconvertido en mediocentro Giussepe Meazza y entrenados por Vittorio Pozzo.
Esta selección italiana refozarda por 3 jugadores sudamericanos: Raimondo Orsi, Luis Monti y Enrique Guaita, en los años 30-40 era permitido cambiar de selección a los 3 años de haber pertenecido a una anteriormente. 
 















 Giuseppe Meazza (Foto archivo)



El anfitrión no falla
La negativa de Uruguay a participar debido al boicot europeo cuatro años antes y la ausencia de los equipos británicos permitió a Italia situarse como uno de los equipos con serias posibilidades al título. Pronto lo confirmó con una goleada a Estados Unidos (7-1) en primera ronda. Ya en cuartos, en la denominada 'batalla de Florencia', superó a la España de Zamora en un partido recordado por su dureza. Varios jugadores del combinado español acabaron lesionados, algo habitual en los partidos de la 'azzurra'.



Su intensidad defensiva sirvió también para dejar en el camino al Wunderteam austríaco en semifinales. El marcaje de Monti sobre Sindelar resultó clave en un partido que decidió el tanto de Guaita en la primera mitad. Ante Checoslovaquia, en la gran final, un gol de Schiavio en la prórroga culminó la remontada de la 'azzurra' y otorgó a los de Pozzo el primer título mundial.
La veteranía de algunos futbolistas condicionó una evolución que terminó por presentar a una Italia totalmente distinta cuatro años más tarde en el Mundial de Francia. Foni, Rava y Locatelli, campeones con Italia en los Juegos Olímpicos de Berlín en 1936, lideraban junto al letal Piola una renovación de la que únicamente se salvaron Meazza y Ferrari. Sólo ellos repitieron presencia en la final del Mundial de Francia en 1938.




Bicampeones ante Hungría
En esa edición, una imagen quedó para la historia como una de las acciones más curiosas en un Mundial. Tras superar a Noruega y a Francia, Italia se medía a la gran Brasil de Leónidas. que sorprendentemente comenzó el partido en el banquillo. La instantánea la protagonizó, como no podía ser de otra manera, el gran Meazza. Con 1-0 en el marcador, el talento de la 'azzurra' transformó un penalti mientras se agarraba el pantalón con su mano izquierda. La prenda, rota en una jugada anterior, obligó al delantero a ejecutar la pena máxima de esa pintoresca manera.
Italia se plantó en la final y ganó a Hungría en un partido vibrante en el que sendos 'dobletes' de Colaussi y Piola decidieron el partido (4-3). Italia tocó el cielo de nuevo y acentuó un dominio que rompía con la tradicional hegemonía sudamericana. Sería el último éxito de Italia y de Meazza en aquella época. Un accidente mantuvo al jugador del Inter un año lejos de los terrenos y cuando regresó, nada volvió a ser como antes. 

Aquí os dejo la alineación de gala de aquel equipo mítico:
Aquí os dejo un video-resumén sobre la final del mundo de 1934 entre Italia y Checoslovaquia:

Un saludo muy grande, espero que comenten sus impresiones


jueves, 9 de enero de 2014

Hungría de los "Mágicos Magiares"



Empezamos fuerte el año con el análisis de la siempre mítica Hungría de los "Mágicos Magiares", una de las mejores selecciones de fútbol de toda la historia de este deporte.

Para comenzar a hablar de esta selección hay que remontarse a mediados del siglo XX donde selecciones como Inglaterra dominaban el fútbol con una alineación táctica conocida como la MW con 3 centrales, 2 mediocampistas defensivos, 3 centrocampistas ofensivos y 2 delanteros centros; esta selección dirigida por el siempre conocido socialista Gustáv Sebes que transmitió esta idea de trabajar para el bien común del equipo cuando atacaban, atacaban todos y cuando defendian, defendian todos, es decir, un bloque muy compacto que trabaja muy bien. La táctica que desarrollo el entrador húngaro fue el 4-2-4, retrasó a uno de sus delanteros para que la defensa rival no tuviera referencias. Todo esto se magnificó en uno de los partidos que ya forman parte de la historia del fútbol mundial.
















"El partido del Siglo"
 
El 25 de noviembre de 1953 algo cambió en el fútbol. La Hungría de Gustav Sebes se presentó en el mítico estadio de Wembley para disputar un partido ante Inglaterra. Fue etiquetado como 'el partido del Siglo' ya que la Hungría que meses antes se había proclamado campeona olímpica retaba a la selección que inventó este deporte.

Los húngaros saltaron al estadio de Wembley con este once: Groscis, Buzánszky, Lóránt, József Zakariás, Lantos, Kocsis ("El mejor cabeceador de la historia"), Tóth, Bozsik ("El equilibrio"), Hidegkuti ("El Pulmón del equipo"), Puskas ("El Goleador") y Czibor ("El Extremo"). El combinado de Sebes venció por un contundente 3-6 y desplegaron un sistema tanto ofensivo como defensivo que se llevó los halagos de todos los aficionados. Cerca de 110.000 almas vieron desde las gradas la primera derrota de Inglaterra ante un equipo que no pertenecía a las Islas Británicas. Meses más tarde, Inglaterra quiso la revancha en Budapest y volvió a salir muy mal parado (7-1).


El llamado "Milagro de Berna" siempre será recordado por la final del mundial del año 1954 entre Hungría y Alemania Federal.


Los húngaros eran claros favoritos por la espectacular trayectoria que estaban llevando desde años atrás y por los jugadores que estaban en sus filas. No obstante, y pese a que Hungría se puso por delante en el marcador gracias a los goles de Puskas y Czibor, Alemania Federal dio la vuelta al luminoso con el tanto de Morlock y el doblete de Helmut Rahn. Había nacido el milagro de Berna, ciudad donde se disputó aquella final. Esta victoria alemana sirvió para dar una inyección de moral a la sociedad germana tras unos años sufriendo la cara más destructora de la Segunda Guerra Mundial.


Con la Revolución soviética finalizaba esta magnífica selección que no solo dio un recital de buen fútbol, sino que también dio clases a futuros equipos. Fue un punto de inflexión para Inglaterra, ya que aquel 'partido del Siglo' hizo que se cambiara la forma de plantear y entender el fútbol desde las islas británicas.

Poco a poco esta magnífica Hungría fue en decadencia y sus seguidores nunca pudieron disfrutar de una selección como la de aquellos años.

Aquí os dejo la distribución táctica con los jugadores titulares de aquella mítica selección:













Y si quereis ver lo que paso en el estado inglés de Wembley, aquí os lo dejo: